Ayer fue un día triste para el mundo de la moda. Un comunicado de la Fundación Pierre Bergé - Yves Saint Laurent nos daba la triste noticia de que la gran Loulou de la Falaise nos había dejado.
El 4 de mayo de 1948 venía a este mundo una mujer que sería pieza clave en la carrera de uno de los grandes de la Costura, el Maestro Saint Laurent, como bien la denominó Judith Thurman "la quintaesencia de la Rive Gauche".
Hija de un aristócrata francés y Maxime Birley, una modelo de Elsa Schiaparelli y diseñadora, a la que Cecil Beaton denominó como "la única británica auténticamente elegante". Cuenta la leyenda que Loulou fue bautizada con un perfume de la propia Schiaparelli. Con estos referentes sólo te queda un camino, brillar y fascinar a todo el que se cruce en tu camino.
Maxime Birley, madre de Loulou |
Sus padres se divorciaron cuando ella tenía 2 años, pasando a vivir ella y su hermano con una familia de acogida hasta que empezó su deambular por internados suizos de los que fue expulsada en tres ocasiones. A finales de los sesenta se trasladó a vivir a Nueva York donde Diana Vreeland intentó persuadirla para que posara como modelo para el Vogue America. Pero ella decidió dedicarse en cuerpo y alma a las míticas noches de Studio 54 junto a Marisa Berenson con la que seguiría coincidiendo a lo largo de los años.
En 1968 conoce a Yves Saint Laurent y quedando fascinado ante sus encantos y encaprichado en que trabajara con él a toda costa. Le costó 4 años convencerla y que decidiera establecer su residencia en París. Comenzó en la Maison de la Rive Gauche haciéndose cargo de la división de joyería, adaptando joyas que iban adquiriendo en anticuarios y mercadillos a las colecciones del diseñador. Junto con Betty Catroux, fueron las mujeres que más influeciaron en la vida del creador.
Se casó en octubre del 66 con Desmond Fitzgerald, del que se dirvoció en 1970. Volvió a contraer matrimonio en 1977 con un hijo de Balthus, Thadeé Klossowski en 1977, ocupándose el propio Yves de todos los detalles de la celebración: desde el vestido de la novia hasta las barcas floridas que llevaron a los invitados a la isla del Sena donde se celebró la ceremonia. De este matrimonio nació su única hija Anna, que llegó a desfilar para Yves Saint Laurent vestida de novia.
Acompañó al genio hasta su retirada en 2002, decidiendo abrir su propia firma, Loulou de la Falaise Fantaisies con dos tiendas en París, una de ella en la Rue Cambon, 41, donde vendía bisutería, ropa y objetos de decoración. También desarrolló una línea de joyería que vendía en Majorelle, el refugio de Yves en Marrakech.
Fue duro billar sin el apoyo del diseñador, pero no fue el único que cayó rendido a sus encantos, desde viejas glorias como Hubert de Givenchy que dijo de ella "es elegante y sofisticada, sus diseños son hippies pero chic", hasta jóvenes promesas como Zac Posen que llegó a asegurar que era el tipo de mujer para la que él diseñaba, singular y siempre chic.
Sin duda se ha ido una de las grandes, mujer libre que disfrutó la vida hasta el último suspiro e inspiró y bajó a la tierra en más de una ocasión al propio Saint Laurent.
Au revoir Loulou.
Monsieur Pablo P..
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