domingo, 21 de octubre de 2012

Jazz by Cristina Piña: make up

      Ya sabéis de mi predilección por Cristina Piña y por su gusto exquisito a la hora de sacar lo mejor de cada mujer que decide llevar cada una de sus creaciones. Algo que define al 100% es la femineidad de la que están envueltas todas sus prendas.



     Os voy a mostrar el previo a la sesión de fotos del catálogo, en la que podéis ver lo que hay detrás de las cámaras, en esta ocasión peluquería y maquillaje a cargo de Amado Rodriguez para Viler Imatge.



       Todo el material dispuesto sobre las mesas para transformar a las chicas en unas flappers versión siglo XXI.


     Lo primero fue peinar a las modelos para no tener problemas posteriormente que algún mechón juguetón difuminara algún trazo de los pinceles de maquillaje.


     Un recogido, con volumen en la parte superior y coleta anudada a su vez con otro mechón de pelo fue la elección que Cristina y Amado vieron adecuado para la imagen que se quería transmitir, sofisticado y atemporal.



      Una vez peinada la modelo y aplicada la base de maquillaje ya se podía empezar a dar forma a los ojos.


     Una vez trabajado el párpado era el turno de las pestañas, ya sabéis que una buena máscara bien aplicada hace milagros.


    Tras los ojos, llegó el turno del colorete en las mejillas, un ligero rubor, no muy marcado. Los labios, uno de los momentos cumbre en toda sesión de maquillaje, fue la parte final que culminó esta sesión de maquillaje.



      El carmín se aplicó con pincel, para que quedara bien aplicado y tener mayor durabilidad durante la sesión, aunque habría que hacer algún retoque como es lógico.


       Y tras estos pasos ya teníamos a las maniquís listas para comenzar la sesión en el Dry Martini. Aquí os dejo una fotografía a todo color para que veáis el resultado final y podáis ver el color que vestía los labios de las chicas. ¿Puede haber un color más femenino?


     Monsieur Pablo P..

domingo, 14 de octubre de 2012

El diseñador del vestuario de "Cómo casarse con un millonario"

      Si hoy en día nos dijeran que tres bellas jóvenes, reúnen todos sus ahorros para alquilar un ático de alto standing en Nueva York, con la esperanza de cazar a un marido millonario para cada uno, pensaríamos que el piso es de alto standing y mientras llega el ansiado marido pues van recibiendo al género masculino y satisfaciendo sus necesidades. Pero en 1953 se trataba del argumento de "Cómo casarse con un millonario".


       Una producción en la que Betty Grable, Marilyn Monroe y Lauren Bacall daban vida a las tres jovencitas empeñadas en engatusar al millonario que las mantuviera el resto de sus días a todo lujo, pero que no pasará a la historia por ser la mejor interpretación de ninguna de ellas, aunque Marilyn encarnase a una entrañable Pola, miope excesivamente coqueta que iba ciega por la vida con tal de ir mona. El único reconocimiento que tuvo la película fue hacia su vestuario, ya que fue nomina al Oscar al mejor vestuario en 1953.


       El responsable de esta oda al buen gusto y elegancia fue William Travilla, diseñador de vestuario para cine, teatro y televisión que nació en Los Ángeles en 1920 y comenzó a trabajar para el show business en 1942 en películas de bajo presupuesto, pero a principio de los 50's comenzó a trabajar para la 20th Century Fox, ganando en 1949 el Oscar al mejor vestuario por Las aventuras de Don Juan, estando nominado en tres ocasiones más, una de ellas por Cómo casarse con un millonario, sin volver a lograrla pero dejándonos vestidos míticos de la historia del cine.


       En este rodaje entabló una gran amistad con Marilyn, llegando a ser conocido en el ámbito cinematográfico como el costurero de Marilyn para la que creó entre otro, dos míticos vestidos que estarán para siempre ligados a la historia del cine y de la ambición rubia. Uno de ellos fue el vestido dorado que aparece en una escena de Los caballeros la prefieren rubia, que Marilyn llevó en la entrega de unos premios de televisión y que el propio Travillia tuvo que coser sobre Marilyn.


       Pero si hay un vestido que está ligado a Marilyn y la ayudó a convertirse en el mito entre los mitos, es el vestido blanco tan vaporoso que al pasar por las bocas de respiración del metro nos regaló una de las mejores escenas del celuloide.


       "Billy querido, vísteme siempre por favor. Te quiero, Marilyn" fue la nota que le escribió la rubia tras ver el éxito del vestido blanco y es que nadie mejor que él supo esculpir la curva de la rubia entre las rubias.


       Tras su paso por el mundo del cine, se dedicó a crear vestuarios para series de televisión,  a lo largo de los años 70's y 80's, estando nominado 7 veces en los premio Emy por sus trabajos para la televisión. Murió en noviembre de 1990 víctima de un cancer.



     Marilyn Monroe, Whitney Houston, Faye Dunaway, Judy Garland, Jane Russell, Betty Grable, Lana Turner, Barbara Stanwyck y muchas otras fueron algunas de las privilegiadas que vistieron sus creaciones en el cine, televisión y galas que tanto gustan a los americanos, así que no es raro que en el 2008 comenzará una exposición itinerante alrededor del mundo en el que se muestra una selección de sus creaciones para el mundo de la interpretación.


         
       Perfeccionismo y buen sentido de la elegancia serían las palabras que mejor resumen su obra.

      Monsieur Pablo P..

jueves, 11 de octubre de 2012

Coming up soon...


        Simplemente me paso por aquí para dejaros dos fotografías de un post muy especial que estoy preparando y lleva durmiendo en mi disco duro muchos meses...





     ¿Alguién en la sala sabe por donde van los tiros?

     Coming up soon...

     Monsieur Pablo P..

miércoles, 10 de octubre de 2012

Auténtic@s

      No hay nada en mejor en este mundo que ser AUTÉNTIC@. Estoy cansado de ver la gente "maravillosa" que pregona a los siete vientos todos los eventos a los que va, los regalos que recibe, l@ guap@s en  todas las fotos que suben a la red y pregonarnos a los cuatro vientos, por todas las redes sociales que caen en sus manos, lo bien que se lo están pasando. Haciendo acopio de frases populares tipical spanish "pobrecicos, son dignos de miseriocordia".

      La comunicación es algo maravilloso, poder contar en primera persona todo lo que se te pase por la cabeza, entre otras cosas, es sintoma que estamos vivos y el mundo en el que estamos y la época que nos ha tocado vivir, para bien o para mal, nos provoca sensaciones.

       A mis taytantos años 33 en puertas de los 34 he tenido que pasar por varios momentos en mi vida que me han marcado, siempre mirando hacia adelante, incluso cuando el camino se hacía cuesta arriba y no había luz por ningún lado. Con cada vivencia y vicisitud, hay que hacer una lectura para ver cual era la lección que nos tocaba aprender en esa ocasión, para no volver a cometer el mismo error, porque cuando las cosas ocurren, uno, aunque sea en un 0,01% algo tiene que ver.

        En esta vida hay dos tipos de personas: las víctimas de la sociedad, esas pobres que les pasa todo a ellas y no tienen nada que ver, sólo sirven para autocompadecerse y contarte a la mínima de turno la última desgracia de su vida. Y por otro lado tenemos a las luchadoras que se rien hasta de su propia sombra. Por lo poco que nos conocemos ya podréis saber en que grupo catalogarme ;)

         Sobre todo creo que hay que tener principios, valores, recordar el camino que has tenido que recorrer para llegar hasta donde estes, por lo que has tenido que pasar, lo que hayas soportado en muchas situaciones y no era de tu agrado... Resumiendo, no hagas nunca lo que no te gustaría que te hicieran o hayan hecho y nunca te olvides de donde vienes y la gente que te ha acompañado en el camino.

       Como podréis imaginar sé de lo que hablo, nací en la Dehesa extremeña una fria mañana de noviembre y ahora mismo vivo a unos pasos de la Sagrada Familia. ¿Quién me lo iba a decir? Nadie. La vida es como un día cualquiera en la mía: se sabe como se empieza pero no como se acaba. Por el camino para ganarme las habichuelas he tenido que hacer de todo o casi todo, hay algunas parcelas del sector servicio que no he cubierto. Y siempre he intentado hacer el trabajo que tenía en ese momento lo mejor que podía, con el mayor entusiasmo y esfuerzo sin esperar nada más a cambio que el salario a fin de mes y poquito a poco uno ha ido teniendo sus recompensas y satisfacciones. Alguna buena amiga mia ya me lo ha dicho en alguna ocasión: "Pablo, a ver cuando escribes tu Quijote Laboral". Pero esto no os lo voy a desvelar ahora, porque sino el día que publique mis memorias, que es con lo que pienso mantenerme en mi no jubilación (a este paso si pensáis que vamos a cobrar paguita estáis muy confundidos), no me las compra nadie y a ver que hago con una tirada como mínimo de 15.000 ejemplares.

       Me considero un afortunado de estar rodeado de gente que me quiere y a la que quiero, que lo único que ven en mí es el Pablo liso y laso sin buscar entre las costuras. Soy una persona clara que va de frente y llama las cosas por su nombre. A quien no le guste, que mire para otro lado, y hoy aunque estemos en este ambiente gris y de crispación, estoy contento, porque hay retos de por medio, porque nada es tan sencillo como parece y cada día al levantarme lo hago con una sonrisa, con ganas de escuchar música y echarme a las calles a ver lo que se cuece. Porque he encontrado al compañero perfecto para compartir mi día a día, porque aunque no esté en mi ciudad la gente que me he ido encontrando por el camino a lo largo de todos estos años, me arropa en la distancia y nunca me sentiré solo allá donde esté.

       Uno de los momentos más duros de mi vida fue el día que murió mi padre, sin previo aviso y teniendo que hacer cuatro horas de camino. En esa ocasión el género humano me sorprendió, unos para bien y otros para no tan bien. En ese día aprendí una lección, en esta vida estamos de paso y nunca sabemos donde está nuestra estación de destino, de ahí que a partir de entonces hiciera criba en las amistades y allegados para disfrutar de mi tiempo libre con la gente que realmente quiero. A esta vida le dan sentido los pequeños momentos que al final se convierten en el alimento del que sobrevivimos en las épocas menos buenas.

        Por eso cuando leo y veo determinadas cosas pienso para mis adentros "cuanto camino queda por recorrer", sin ser yo perfecto ni nada de eso.

        Resumiendo en esta vida todo se paga, lo bueno y lo malo y al final cada uno acaba teniendo lo que se merece, por eso lo único que puedo decir que no hay nada mejor en esta vida que ir con la cabeza bien alta por no haberte aprovechado de nadie, haber hecho el camino limpiamente y mirar para atrás y decir "viva tú".

         Y este post va dedicado a aquellos que me acompañais día a día, que sabéis de donde vengo, me habéis visto crecer a lo largo y ancho (más de lo que quisiera), que me decís las cosas por su nombre, me apoyáis en los momentos débiles y compartimos las alegrías. Los buenos amigos sois vosotros, que venís solos a las penas y hay que llamaros para cuando hay alegrías. Vosotros sois los que le daís sentido a esta vida y por si al cruzar la calle no miro en la dirección adecuada y quedan unas palabras por decir, creo que no hace falta caer en lo evidente, ya sabemos cada uno lo que sentimos.

        Sois auténtic@s


Monsieur Pablo P